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• Ejercicio físico: es fundamental dedicar un mínimo de 3 horas semanales a hacer algún tipo de actividad que implique movilidad, para evitar perjudicar la salud ósea, cardiorrespiratoria y muscular. No podemos olvidar que esta profesión implica estar muchas horas sentado en la misma posición.
• Hidratación: en el caso de estar durante largos períodos de tiempo en el vehículo, se aconseja llevar siempre a mano agua para mantenerse hidratado, y evitar bajadas de tensión.
• Horarios de comida: aunque parezca una obviedad es muy importante acostumbrar al cuerpo a mantener un horario fijo de comidas,. De esta manera, se evitarán comidas a deshoras que si además son poco saludables ocasionarán estreñimiento, obesidad, colesterol (lo cual aumenta el riesgo de somnolencia al volante) entre otros.
• Alimentos saludables: se recomienda llevar un estilo de vida saludable a través de una alimentación basada en el consumo principal de frutas y verduras (cantidad abundante), carnes y pescados (moderada). Además de evitar, en la medida de lo posible, la ingesta de productos industriales como bollería, chocolates, entre otros.
• No alcohol, drogas ni medicamentos: es muy importante cumplir este punto y no conducir bajo los efectos del alcohol, drogas o cualquier medicamento que produzca somnolencia.

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